Nia Va Al Museo, Santiago de Chile. 

Fotografías: Antonia Canales 
Año: 2023


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Durante el primer semestre de 2017, a seis años de estar viviendo en Chile, tuve la posibilidad de regresar por una temporada a Bogotá, Colombia. Era una ciudad que yo no
conocía, y que tampoco conocía a Nia.

A propósito de la distancia con mi familia, quienes se quedaron viviendo en Santiago, me permití explorar mi alter ego travesti sin el rostro cubierto, como lo estaba haciendo desde 2015 en fiestas y galerías de la ciudad. Encontré en el maquillaje una nueva manera de presentar a Nia al mundo. Es en mi tierra natal donde surge mi investigación con las toallitas
desmaquillantes de la serie La piel. Sin la máscara, el cuento ya era distinto.

En una salida, junto a María Montoya y Mónica Mosquera, quienes se encargaron del registro audiovisual, fijamos un recorrido a pie desde mi casa temporal en Bogotá hasta el
Museo Nacional de Colombia, una de las primeras instituciones museales del continente, con el fin de presentar a Nia De Indias. Lamentablemente, al intentar ingresar, los guardias
de seguridad nos abordaron e intentaron impedir la entrada con la excusa de que la manera en que iba vestida no era la adecuada para entrar. Esta situación escaló rápidamente al
equipo del museo, que, confusamente, nos preguntaba qué íbamos a hacer dentro del edificio, a lo que nosotros respondimos que, como cualquier otro aficionado al arte, solo
íbamos a ver las obras. Esta situación me hizo caer en cuenta de que, al parecer, los museos no eran tan abiertos como quizás ingenuamente algunos pensábamos.



Pasaron cinco años antes de retomar esta acción nuevamente. Recibí una invitación por primera vez para exponer una de mis obras en Londres, y no dudé en llevar a Nia conmigo
en la maleta. Esta vez, junto a la fotógrafa Antonia Canales, quien me recibió en su casa, nos dirigimos hacia la icónica National Gallery en Trafalgar Square. Era la primera vez que
Londres me recibía, y quería enfrentarme nuevamente al mismo escenario. Para nuestra sorpresa, y en medio de las últimas polémicas en que activistas climáticos han vandalizado
obras de arte en museos europeos, fuimos bienvenidas sin ningún problema. El registro obtenido ese día da cuenta de la facilidad con que nos permitieron movernos por el espacio.
Me sentía una verdadera reina, robando la atención a cada uno de esos maestros del arte, musas y reyes que estaban inmortalizados en sus salones.




Tres meses después, en noviembre de 2022, realicé una residencia en São Paulo, ciudad que aún no conocía, y me di la tarea de estudiar varios museos de la ciudad. Finalmente, en el MASP, ubicado sobre la Avenida Paulista, encontré el espacio perfecto para contar alg que me venía dando vueltas en la cabeza hace un tiempo: la diferencia que percibo en las personas de la calle, en sus miradas y su trato, dependiendo de si estoy vestido como Andrés o como Nia. Esto derivó en una acción doble en días distintos, posando en las
instalaciones del montaje de la colección permanente del museo, propuesta por Lina Bo Bardi. Por el frente (Nia) y en el reverso (Andrés), una dualidad que siempre ha estado
presente en mi vida diaria: Artista y Obra. Esta acción fue acompañada y registrada por mis compañeras de residencia, Tatiana Zambrano, Ely DD y Adriana Tomatis.



Finalmente, el año pasado concluí esta acción, ya no como turista, sino como “guía” en mi propia ciudad, Santiago. En compañía nuevamente de Antonia, recorrimos el Museo de
Bellas Artes, el MAC en ambas de sus sedes, el MAVI, el Museo de la Memoria, el Museo de la Solidaridad y el Museo Precolombino, llevando un banderín de guía con el título de la
exposición “Nia va al museo”. Recorriendo los pasillos y las obras de esas instituciones, buscábamos referentes maricas en sus colecciones. Sorpresivamente, y a seis años de la
primera acción en Bogotá, el malestar de algunos guardias de seguridad era evidente. Tanto fue así, que en el Museo de la Memoria fuimos amablemente expulsadas, y en la sede de Quinta Normal del MAC nos pidieron que no lleváramos la bandera adentro. Esto me hace pensar: ¿Cómo vamos a entrar al museo y de qué manera podemos cambiar ese rechazo que la travesti genera en la institución? Ya lo dijo Pancho Casas en una de sus publicaciones en Instagram el 30 de noviembre del año pasado: “Ya se viene una gran
retrospectiva 2024 de las no domadas Yeguas del Apocalipsis en el Palacio Nacional de Bellas Artes de Chile, desde donde nos botaron tantas veces prohibiéndonos la entrada.”


MNBA, Perla. Fotografía: Antonia Canales. 2023



Bandera Rechazada. Fotografía: Antonia Canales. 2023 

Taller BAJ. Fotografía: Antonia Canales. 2023

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¿Qué pasa cuando los cuerpos disidentes entran al museo?

Nia de Indias nos invita a transitar por los espacios patrimoniales, mediante el cuerpo insumiso de una guía drag que emplaza la existencia de contrapúblicos como agencias sociales no-normativas. Corporalidades que introducen en la institución prácticas e identidades que representan e intercambian repertorios culturales diferenciados, dinámicos y fluidos.

Nia va al museo evidencia con este gesto que la propia noción de públicos es también una ficción. Una homologación de experiencias móviles y nómades, que tensionan el habitar del museo desde sistemas reguladores y operan como campos de acciones y núcleos de conflictividad permanentes. El museo es un espacio en disputa. Un territorio de debate. Nia lo resignifica, lo trasviste y lo subvierte. Instala el cuerpo no domesticado, el enfoque biográfico, la emocionalidad de la vida pública y la emergencia disruptiva de nuevas formas de vivir el propio cuerpo del museo.

Gloria Cortés Aliaga, 2024.


MMDH, La Llegada. Fotografía: Antonia Canales. 2023





Gracias por hacer esto posible: 

- Isabel Croxatto y equipo Galería Isabel Croxatto
- Antonia Canales
- Gloria Cortés
- Tatiana Zambrano
- Maria Montoya
- David Hurtado
- Sebastián Leal

Artsyhttps://www.artsy.net/show/isabel-croxatto-galeria-nia-va-al-museo?sort=partner_show_position

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NIADEINDIAS